Con la saturación de contenido digital, captar la atención del consumidor es cada vez más desafiante, por lo que los espacios físicos están recuperando protagonismo como puntos de contacto clave entre las marcas y su audiencia. Hoy, la impresión fotográfica en gran formato es una de las tendencias en decoración de interiores que permite transformar muros, superficies arquitectónicas e incluso mobiliario en lienzos de alto impacto y vehículos de storytelling visual capaces de reforzar la identidad y la experiencia de marca, y generar vínculos emocionales con el cliente.
Gracias a la tecnología de impresión UV de alta resolución, las marcas pueden llevar imágenes a una gran variedad de soportes -desde papeles tapiz personalizados para murales decorativos para paredes interiores hasta madera, acrílico o metal- sin sacrificar fidelidad ni durabilidad. Esto abre la puerta a experiencias visuales memorables en puntos de venta, hoteles, clínicas, oficinas o espacios corporativos, donde cada imagen tiene el potencial de contar una historia, evocar un valor o provocar una emoción.
No se trata de “vestir” un punto de venta o una oficina corporativa; se trata de crear entornos que hablen el lenguaje de la marca, que la cuenten, la humanicen y la conecten emocionalmente con clientes, colaboradores y visitantes. “Este enfoque encarna una de las búsquedas más actuales en branding espacial, el de crear entornos que hablen del usuario, lo representen y lo acompañen”, afirma Jaume Carrera, especialista en impresión digital de gran formato en Roland DGA para Sudamérica.
Una herramienta visual para fortalecer marca y experiencia
Más allá del diseño, esta tendencia responde a la necesidad de construir espacios coherentes con la personalidad de la marca. Hoy, tanto empleados como consumidores valoran los entornos con identidad clara, donde cada elemento —incluidos los gráficos y murales— suma al relato de la organización.
Los tapices impresos a medida y los murales fotográficos decorativos personalizados son tácticas de atracción que capturan la atención, refuerzan el propósito de la marca y generan una conexión emocional con el cliente desde el primer contacto. En un punto de venta, por ejemplo, los murales para paredes interiores pueden evocar el origen de un producto, transmitir valores de sustentabilidad o contar la historia de la marca. En oficinas, hoteles o clínicas, la imagen personalizada ayuda a construir identidad, generar pertenencia y transmitir una experiencia coherente de marca.
La relevancia de esta estrategia está respaldada por datos contundentes. Según McKinsey, el 71% de los consumidores espera que las marcas ofrezcan interacciones personalizadas, y el 76% se frustra cuando esto no sucede. Por eso, para las marcas, aprovechar los espacios físicos como canales activos de comunicación -alineados con campañas, propósito o cultura corporativa- es una de las tendencias en decoración de interiores para espacios comerciales, que fortalecer el vínculo con sus audiencias desde lo sensorial, lo emocional y lo visual.
La impresión en gran formato como estrategia de marca
Sin duda, la experiencia es un nuevo diferencial competitivo, de manera que los espacios físicos adquieren un papel protagónico en la narrativa de marca. La posibilidad de integrar imágenes de alta resolución sobre superficies como muros, mobiliario o elementos arquitectónicos permite que el entorno comunique con intención, coherencia y emoción.
El directivo de Roland DGA señala que “las tecnologías actuales de impresión —como las soluciones UV en gran formato— han ampliado los recursos a disposición de los equipos de marketing y diseño, facilitando la creación de atmósferas personalizadas que reflejan identidad, propósito y valores”. Desde viniles arquitectónicos hasta recubrimientos gráficos aplicados a columnas, mamparas o mobiliario, cada soporte se convierte en una extensión del universo visual de la marca.
Lo relevante no está solo en lo que se imprime, sino en cómo se traduce un concepto en una experiencia visual inmersiva. Cuando hay una narrativa clara detrás, el espacio físico se convierte en un medio más dentro de la estrategia de comunicación. Así, el entorno ya no solo acompaña la marca, sino que la expresa.
Hoy más que nunca, la construcción de marca no termina en la identidad visual ni en la campaña publicitaria. Se extiende a los entornos donde ocurre la experiencia. “La imagen en gran formato ya no se limita al mundo publicitario; hoy se integra al entorno como un recurso estratégico de comunicación que genera pertenencia y diferenciación”, explica Carrera.
Bajo esta perspectiva, la impresión fotográfica en gran formato representa una herramienta para diseñar atmósferas que se sientan, se vivan y se recuerden. Invertir en estos recursos no es solo embellecer un espacio, es potenciar el vínculo con los consumidores. Porque cuando la marca se vuelve parte del entorno, la experiencia deja de ser circunstancial y se convierte en emocional.