El comercio electrónico transfronterizo en América Latina creció un 40% de 2020 a 2021, sin embargo, se necesitan identificar nuevas oportunidades a nivel regional para potenciar las cadenas globales de valor en el comercio exterior.
La pandemia del COVID-19 reajustó el panorama comercial de las empresas en América Latina, en términos operativos y de rentabilidad. Muchos negocios sufrieron al ver que su operación diaria no podía funcionar de la misma manera, mientras que otras empresas aprovecharon la oportunidad de encontrar y potenciar nuevos mercados. Esta realidad se hizo más evidente ante el crecimiento que tuvo el comercio electrónico a nivel global durante estos años.
Quienes supieron adaptarse a esta tendencia, llegaron a territorios desconocidos y robustecieron a sus clientes usuales. Uno de los sectores que logró ajustarse fue la industria floricultora colombiana, la cual generó 1.730 millones de dólares en 2021, consolidando un crecimiento del 20.8% en comparación al año anterior. “El Covid fue un gran impulsor del consumo. La gente al quedarse en la casa, en los Estados Unidos, en Europa empezó a consumir flores para acompañarse”, manifestó Augusto Solano, Presidente de la Asociación de Floricultores de Colombia, en el seminario internacional ‘Point WTC Guadalajara 2022: Retos Logísticos de América Latina’.
Según Jaime Granados, Jefe de la División de Comercio e Inversión en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y experto internacional, el comercio electrónico transfronterizo en América Latina creció un 40% de 2020 a 2021. Sin embargo, este crecimiento es bajo a comparación de otras regiones a nivel mundial. Esto demuestra que la región aún tiene grandes oportunidades, entre ellas el “nearshoring”, para continuar potenciando su crecimiento en el mercado internacional.
El “nearshoring”, entendido como una estrategia económica que reconfigura cadenas globales de valor desde la perspectiva de una cercanía territorial, le permitirá a Latinoamérica fortalecer relaciones comerciales con actores clave. Sobre todo teniendo en cuenta que los países como Estados Unidos cada vez encuentran más inconvenientes en el “offshoring”, en términos de sostenibilidad y en aumentos de costos en fletes marítimos y aranceles, producto de tensiones políticas internacionales.
No obstante, para que Latinoamérica pueda desarrollar esa competitividad frente a otras regiones, tiene que mejorar algunas de las condiciones logísticas que hoy en día tienen las industrias para poder hacer parte del comercio internacional. Jimmy Avendano, Fullfilment Officer Amazon en Filadelfia (Estados Unidos) reconoció que la región todavía tiene mucho camino por recorrer. “Si se quiere tener un comercio electrónico competitivo en América Latina, es necesario desarrollar una infraestructura adecuada, tanto en origen como en destino, para que se puedan mover los productos. Se necesita de la capacidad y costo de almacenamiento de estos, el cual es clave para seguir creciendo. Así como también es vital innovar la capacidad logística para llevar un producto a la mayor brevedad posible a cualquier parte del mundo”, reconoció Avendano.
En ese sentido, asociaciones comerciales como World Trade Centers Association (WTCA) cumplen la labor de acompañar, asesorar y brindar facilidades a las empresas en Latinoamérica para que potencien sus posibilidades de negocio a nivel internacional. “Hay una revolución en el mundo del comercio electrónico que no tiene límite. Es una coyuntura que deben aprovechar todas las empresas, pero en especial las PYMES, que son las mayores generadoras de empleo en América Latina. Hay una oportunidad de oro para que ellas puedan entrar a los mercados internacionales”, reflexionó Carlos Ronderos, Director Regional para América Latina de WTCA.
El evento ‘Point WTC Guadalajara 2022: Retos Logísticos de América Latina’ reunió a expertos y líderes comerciales en América Latina, los cuales analizaron las consecuencias que la pandemia tuvo en sus operaciones logísticas. Así como también analizaron varios fenómenos que han alterado el curso normal de la logística en el mundo, entre los que cabe mencionar la disrupción de las cadenas de suministro, particularmente de aquellas que se originan en Asia, y la escasez de containers.