La oportunidad menos visible de 2025 fue la estabilidad. En un entorno de pagos inmediatos, la disponibilidad ya no es un atributo adicional, es una condición básica para competir.
El obstáculo eran las interrupciones. Cada caída o rechazo minaba la confianza y frenaba la adopción digital, especialmente en empresas con procesos críticos.
La decisión fue respaldarse en infraestructuras diseñadas para no detenerse. Sumia, con una arquitectura multicámara y disponibilidad del 99,99%, permitió que los pagos inmediatos funcionaran de manera continua, incluso en picos de demanda.
El resultado fue mayor confianza en el sistema. Menos reprocesos, más automatización y una adopción sostenida de canales digitales. La estabilidad dejó de ser invisible y pasó a reflejarse directamente en eficiencia operativa.