Por su privilegiada ubicación geográfica, la alta calidad de sus suelos y el dedicado trabajo de sus floricultores, Colombia ha logrado posicionarse actualmente como el segundo mayor exportador de flores en el mundo
*Por Ivaldo Pereira, gerente general de TOTVS Andina
Por su privilegiada ubicación geográfica, la alta calidad de sus suelos y el dedicado trabajo de sus floricultores, Colombia ha logrado posicionarse actualmente como el segundo mayor exportador de flores en el mundo. Con 6,800 hectáreas destinadas al cultivo, contamos con una amplia oferta de flores de exportación entre las que se encuentran las rosas, claveles, astromelias, crisantemos, heliconias y anturios; Alrededor de 90 países que importan flores colombianas, siendo los principales mercados: Estados Unidos (76%), Países Bajos (13%), Rusia (4%), Reino Unido (3%) y Japón (2%). En 2022, las exportaciones de flores fueron de US$1.727 millones, lo que representa un aumento del 17% con respecto al año anterior, el mismo que el 1% del PIB de Colombia. Y según la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), se espera que el sector de flores en el país crezca un 10% en 2023.
La floricultura es un sector con alto impacto social: genera más de 120.000 empleos directos y más de 400.000 indirectos, vincula alrededor del 25% de la mano de obra rural femenina y aplica programas socioambientales en 100% de los cultivos en el país, según Procolombia, agencia gubernamental responsable por promocionar turismo e inversión extranjera, exportaciones y la imagen e Colombia en el extranjero. Todavía de acuerdo con Asocolflores cerca del 65% de los trabajadores del sector floricultor colombiano son madres cabeza de familia. El 40% de las exportaciones cuentan con la certificación Florverde Sustainable Flowers.
El gran volumen de la fuerza laboral y una extensa necesidad de gestión, que puede representar un reto para el empresario que busca crecer al ritmo que la demanda local y global exige, con cada vez más rapidez, robustez, agilidad y calidad. Es ahí, en ese punto, donde entra la tecnología como una aliada clave para el sector.
Empezar el camino hacia la Industria 4.0 hoy es una necesidad para mantener la competitividad en el mercado y no quedarse atrás en cuestiones de productividad y rentabilidad. Para esto, el primer paso es la sistematización y automatización de procesos, generalmente a través de la implementación de un ERP avanzado y adaptado especialmente para el mercado local colombiano, para que floricultores de todos los tipos y tamaños puedan sacar provecho de sus beneficios. Un ejemplo es la digitalización de procesos tributarios, contables, de compras, de facturación y demás rutinas administrativas especificas del país y del agronegocio.
Pero la transformación digital puede y debe ir más allá del backoffice, llegando a cada detalle desde el campo hasta la entrega final en la exportación. La aplicación de la tecnología en el sector de floricultura son las herramientas tecnológicas desarrolladas específicamente para el agronegocio. Un ejemplo son las soluciones de multicultivo, que permiten gestionar todas las etapas del proceso productivo, desde la elección del área de siembra hasta el pesaje y acabado del producto, pasando por el uso de insumos, siembra, cosecha y procesado.
Este tipo de sistema da como resultado un salto de calidad en el cultivo, ya que controla todo lo que sucede en cada finca y en cada campo, permitiendo identificar cuellos de botella en la producción y fallas en los procesos que pueden costar mucho para la productividad y rentabilidad de la operación. Además, la tecnología también permite mejorar el control de malezas, insectos, plagas y enfermedades en el campo, que tienen un alto impacto en la producción. Así se produce más, con mejor calidad y más valor de mercado.
Estos sistemas especializados, que pueden integrarse al ERP, también incorporan tecnologías de movilidad e Inteligencia Artificial (IA), para que el productor pueda gestionar la plantación y el negocio con mucha más eficiencia y flexibilidad. Esto se debe a que es posible controlar varias propiedades agrícolas en un mismo lugar, con la opción de configuración regional para administrar todo en la plataforma, con seguimiento de la administración operativa, financiera y comercial en cualquier momento y lugar.
Este tipo de solución también ayuda a cuidar de los detalles relacionados a prácticas socioambientales. Controlando todo el compliance de la compañía bajo los principios ESG (Enviromental, Social & Governance), con indicadores que también ayudan a usar más consciente e inteligentemente los recursos naturales, incluso un consumo de agua más eficiente. Estos factores son importantes para quienes hacen de la tierra, su trabajo principal y su rubro de negocio. La tecnología puede ayudarlo en esta corresponsabilidad.
Podemos evidenciar una tendencia de crecimiento y alta de consumo, sin embargo, vivimos tiempos muy desafiantes que requieren que el mercado esté listo para sostener cualquier imprevisto en su gestión. Claro, esto es mucho más duro hacerlo cuando se está solo y, por eso, recalco siempre la importancia de tener partners de negocio experimentados y a la altura de un mercado y demanda en constante cambios. Pero que también sean cercanos y familiarizados con la realidad local, conociendo bien sus necesidades y particularidades que garantizan una gestión efectiva desde dentro de casa para el mundo.