Los Sistemas de Información Geográfica, basados en tecnología de geoposicionamiento, le permiten al gobierno mapear casos confirmados, personas vacunadas, centros de salud, camas disponibles y más indicadores de salud pública que ayudan a controlar el avance de la pandemia.
La pandemia por la COVID-19, se da en plena era de la información y evidencia la importancia de mapear la evolución de todos los eventos posibles, la población vulnerable, los recursos y las instalaciones disponibles, para poder habilitar el monitoreo y vigilancia de la enfermedad y proporcionar la información situacional necesaria para la toma de decisiones basada en los datos. Colombia ha demostrado ser un país con un importante nivel de tecnología disponible, que ha permitido identificar áreas con mayor afectación por la enfermedad y, por ende, priorizar la atención en salud y frenar el avance de la enfermedad.
Es aquí donde entran en juego los Sistemas de Información Geográfica (SIG), tecnologías que le permiten a Colombia contar con datos eficientes, que les permiten a las entidades tomar decisiones de salud pública más acertadas y efectivas en el marco de la pandemia.
Yull Fernando Salcedo, gerente de Gobierno de Esri, explica que, en el país, las entidades sanitarias han podido hacerle frente a esta nueva enfermedad gracias al apoyo de epidemiólogos, de profesionales de la salud y de los SIG, pues con esta tecnología se ha logrado una sinergia que sienta las bases de nuevos análisis y que orientan los esfuerzos a acciones más efectivas.
Para el manejo de la COVID-19 en Colombia, desde la salud pública se necesitaban métodos y estrategias epidemiológicas más allá de lo convencional, especialmente para alcanzar planes y medidas de confinamiento inteligentes, priorizar poblaciones especiales y hacer tamizajes efectivos. “La base para cumplir con este propósito fue la ubicación geográfica de cada caso positivo confirmado” asegura Salcedo.
Un visor digital ayuda a controlar la COVID en Colombia
Con el apoyo de Esri, se diseñó el visor geográfico COVID-19 INS en un hub-espacio web estructurado con Sistema de Información Geográfica online, donde se cargan los casos georreferenciados y al cual tienen acceso las entidades territoriales de salud. Este cuenta con tres tableros de control, que facilitan el análisis de la información por parte de las autoridades gubernamentales y sanitarias. También permite determinar el comportamiento espaciotemporal de la enfermedad, caracterizar áreas y población con mayor riesgo y priorizar zonas para la toma y tamizaje de muestras, entre otras acciones.
El primer tablero muestra el comportamiento temporal de los casos en un video, con la distribución de puntos de calor (densidad de casos).
El segundo tablero muestra la ubicación de cada caso con mayor detalle y con las variables de edad, sexo, fechas de interés e instituciones prestadoras de salud a las que pertenecen. También permite identificar conglomerados de poblaciones especiales, facilita filtros por fechas, grupos de edad y el cruce con otras capas temáticas, como la clasificación según el índice de vulnerabilidad a la enfermedad cuyo cálculo lo realiza el DANE.
El tercer tablero complementa los análisis previos porque presenta diferentes indicadores epidemiológicos, como incidencias, tasas de letalidad y de mortalidad a nivel municipal.
“El trabajo espacial llevado a cabo con la COVID-19 abre la puerta para que otros eventos de interés de salud pública puedan ser abordados y analizados desde el punto de vista geográfico, permitiendo fortalecer el análisis de patrones espaciales y temporales. Esto representa un mejor manejo de enfermedades de interés y mayor asertividad en la toma de decisiones para su control”, apunta el gerente de Gobierno de Esri.
La transformación digital de Colombia lleva años gestándose. Éste es uno de los países de la región con mayor desarrollo tecnológico en los procesos estatales. Los Sistemas de Información Geográfica son una de las que más trascendencia y sentido ha tomado como una herramienta pertinente y efectiva, de cara a la toma de decisiones de políticas públicas acertadas y asertivas y en la adaptación de las dinámicas del país hacia la evolución tecnológica.
La COVID-19 ha sido un escenario propicio para demostrar, en decisiones, organización, ejecución de estrategias acertadas y optimización de recursos cómo las nuevas tecnologías logran marcar el cambio.