El reconocimiento de la seguridad como un factor crucial para la resiliencia empresarial frente a las amenazas cibernéticas, ha motivado a empresas de tecnología como Open Intelligence, a reafirmar su compromiso con la seguridad informática
En el entorno digital actual, la seguridad informática ha dejado de ser un complemento para convertirse en una necesidad estratégica para las empresas de servicios públicos (utilities), que gestionan infraestructuras críticas como el suministro de energía, agua y telecomunicaciones. Los ataques cibernéticos a este sector están aumentando drásticamente. Según un informe de Check Point Research, las utilities en EE.UU. han experimentado un aumento del 70% en ciberataques en 2024 en comparación con el mismo período de 2023, subrayando la amenaza creciente a estas infraestructuras críticas.
Esta tendencia se ve agravada, ya que muchas de estas empresas utilizan sistemas obsoletos, lo que los convierte en un objetivo fácil para los atacantes, según Douglas McKee, experto en ciberseguridad de SonicWall. Por ello, es vital que las utilities cuenten con proveedores tecnológicos que ofrezcan una estrategia sólida de seguridad informática, capaz de anticiparse a las amenazas y proteger sus operaciones en un entorno cada vez más hostil.
Al respecto, Jairo Sánchez, Director de Support & Cloud Services en Open, subraya: «En Open entendemos que la seguridad no es simplemente una característica adicional, sino un compromiso integral con nuestros clientes y con todo el ecosistema digital. La transparencia es fundamental en nuestra relación, por lo que siempre estamos dispuestos a proporcionar información clara sobre nuestras medidas de seguridad y procesos de auditoría. Nuestro esfuerzo constante es mantenernos a la vanguardia de la protección de datos, no solo asegurando nuestra infraestructura, sino también ofreciendo recomendaciones estratégicas para garantizar el manejo seguro y eficiente de las operaciones críticas de nuestros clientes».
Una de los principales avales de seguridad que la compañía obtuvo este año fue la certificación del cumplimiento con el estándar SSAE 18 SOC 2 (Statement on Standards for Attestation Engagements No. 18, Service Organization Control 2). Este estándar, reconocido a nivel internacional, asegura que nuestros controles de seguridad, disponibilidad, procesamiento, integridad, confidencialidad y privacidad cumplen con los más estrictos requisitos del mercado”.
El cumplimiento con SSAE 18 SOC 2 implica que Open ha adoptado prácticas de auditoría y monitoreo continuo de sus procesos de seguridad, lo que permite detectar y responder a posibles vulnerabilidades en tiempo real.
Basado en su amplia experiencia trabajando con infraestructuras críticas y ante el creciente aumento de ataques cibernéticos, Jairo Sánchez recomienda a las empresas de servicios públicos adoptar infraestructuras en la nube, como el modelo SaaS (Software como Servicio), como una parte fundamental de su estrategia de seguridad. «Optar por soluciones en la nube no solo mejora la resiliencia operativa al centralizar las medidas de seguridad, sino que también reduce la complejidad de gestión, lo que permite al equipo enfocarse en tareas más estratégicas», explicó Sánchez.
Los sistemas en la nube, como SaaS, permiten que las aplicaciones y herramientas se alojen en servidores remotos y se accedan a través de internet. Esto elimina la necesidad de infraestructura local, reduciendo costos de mantenimiento y mejorando la eficiencia operativa. Además, este tipo de soluciones en la nube facilitan la gestión centralizada de datos y brinda importantes beneficios en términos de protección y resiliencia ante ataques cibernéticos, al ofrecer actualizaciones automáticas, mayor escalabilidad y capacidades avanzadas de monitoreo y seguridad en tiempo real. Las empresas podrán disfrutar de beneficios tales como:
- Actualizaciones automáticas: Los proveedores de la nube gestionan las actualizaciones y parches de seguridad de manera centralizada, lo que asegura que tus sistemas estén protegidos contra las últimas amenazas sin necesidad de intervención manual.
- Escalabilidad flexible: La nube permite ajustar recursos de seguridad a medida que cambian las necesidades de la empresa, garantizando que siempre tengas el nivel adecuado de protección sin comprometer la eficiencia.
- Copia de seguridad y recuperación ante desastres: Al distribuir tus datos de manera segura en diferentes ubicaciones geográficas, los proveedores de la nube garantizan que, en caso de un ataque o incidente, puedas recuperar rápidamente tus operaciones sin pérdidas significativas de información.
- Monitoreo continuo: Las infraestructuras en la nube cuentan con herramientas avanzadas de detección de amenazas en tiempo real, permitiéndote identificar riesgos potenciales y reaccionar antes de que se conviertan en problemas graves.
Las organizaciones que implementan estas estrategias no solo protegen mejor sus datos y sistemas, sino que también pueden reducir significativamente los costos asociados a las brechas de seguridad. De hecho, según Gartner, las empresas que implementan enfoques avanzados de seguridad, como la estrategia Zero Trust, han logrado reducir en un 50% el riesgo de brechas. Asimismo, en un estudio de Cybersecurity Statistics and Trends, afirma que contar con planes de respuesta a incidentes bien diseñados puede reducir los costos asociados a una brecha en un 61%, lo que representa ahorros de 2.66 millones de dólares.
En conclusión, contar con proveedores tecnológicos que ofrezcan estrategias sólidas de ciberseguridad es crucial para cualquier empresa, especialmente aquellas que gestionan infraestructuras críticas, como las de servicios públicos. Además de anticiparse a las amenazas y responder eficazmente en momentos de crisis, estos proveedores deben integrar tecnologías de infraestructura en la nube como parte fundamental de su enfoque. Las soluciones basadas en la nube, como SaaS, ofrecen una mayor resiliencia operativa, permiten centralizar la gestión de seguridad y facilitan una respuesta ágil ante ataques cibernéticos. Estos sistemas proporcionan escalabilidad, reducen los costos operativos y permiten la protección en tiempo real, asegurando la continuidad del negocio y la protección de los datos en un entorno de amenazas cada vez más sofisticado.