Fortaleciendo la Muralla Digital: Kaspersky comparte cuatro consejos para reforzar las contraseñas

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La empresa de ciberseguridad registró más de 32 millones de intentos de ataque con malware destinado al robo de claves

Las contraseñas son la base de nuestra vida digital, pero también sirven como la puerta de entrada para que los ciberdelincuentes roben información personal sensible. En Colombia, una de cada cinco personas (19%) admite haber sufrido el hackeo de por lo menos una de sus cuentas en línea. Considerando su función esencial, las contraseñas siguen siendo un objetivo principal para ataques cibernéticos cada vez más sofisticados. Por lo tanto, tomar medidas proactivas para proteger cuentas e información personal es imperativo. Para conmemorar el Día Mundial de la Contraseña, este 2 de mayo, los expertos de Kaspersky ofrecen consejos básicos para mejorar la seguridad de las claves de acceso y así, evitar que los datos de los usuarios permanezcan fuera de las manos de los atacantes.

Las contraseñas débiles y simples siempre han sido un objetivo atractivo para los estafadores, ya que hackearlas les da acceso a un universo de información: datos personales y financieros, registros médicos, etc. La telemetría de Kaspersky indica que se realizaron más de 32 millones de intentos de ataques a usuarios con ladrones de contraseñas en 2023, seguido de más de 40 millones de incursiones en 2022. Estas estadísticas alarmantes resaltan la creciente necesidad de que los usuarios creen contraseñas fuertes, únicas y variadas para diferentes cuentas. De esta manera, pueden mitigar los riesgos de amenazas cibernéticas y mantener la seguridad personal en línea.

Para mejorar la seguridad de las contraseñas, los expertos de Kaspersky recomiendan seguir cuatro sencillos pasos: 

  1. El método de asociación ayuda a crear contraseñas fuertes y fáciles de recordar.
    El enfoque de asociación implica crear una contraseña a partir de una secuencia de palabras o ideas que tengan un significado personal pero que no sean fáciles de adivinar por otros. Una contraseña puede basarse en una cita favorita, una letra de canción memorable o una combinación única de objetos. Esta técnica genera contraseñas fuertes sin requerir una memorización compleja, lo que ayuda a mantener la seguridad al tiempo que reduce el riesgo de olvidarla. Por ejemplo, una frase como «Visitaba París por primera vez en 2008» podría transformarse en una contraseña como «VpPp1v2008». 
  2. ¿Las contraseñas regulares son demasiado aburridas? ¿Qué tal emojis?
    Si usar la misma contraseña en todas partes se vuelve demasiado y te falta imaginación para inventar algo nuevo, las contraseñas con emojis podrían ser una opción no estándar y segura. Dado que son parte del estándar Unicode, potencialmente es posible usarlos como contraseñas. Uno de los pros más significativos es que los estafadores no pueden forzar las contraseñas con emojis, ya que varias herramientas y diccionarios no pueden crackear combinaciones como estas. Puedes encontrar información más detallada sobre cómo establecer una contraseña con emojis aquí.
  3. La opción más obvia no es la más segura.
    El uso de contraseñas comunes o valores predeterminados como «1234», «contraseña» o «admin» podría hacer que los datos personales y las cuentas sean vulnerables a los estafadores, ya que utilizan herramientas automatizadas para adivinar las combinaciones correctas. Puede tomar varios segundos encontrar la respuesta correcta y obtener acceso a datos personales. Una contraseña fuerte y complicada incluye una mezcla de letras, números y símbolos, evitando además información personal como nombres o fechas de nacimiento. Además, existen servicios públicos gratuitos en línea que permiten a todos verificar qué tan fuertes son sus contraseñas para mitigar posibles riesgos.
  4. Viejo pero valioso: una cuenta, una contraseña.
    Esta práctica asegura que, si una cuenta se ve comprometida, las demás permanezcan seguras. Al crear una contraseña única para cada cuenta, se minimiza el daño que un hacker puede hacer si logra robar una. Este enfoque aísla las brechas de seguridad y ayuda a proteger datos sensibles. Según una encuesta global, el usuario promedio tiene aproximadamente 8 cuentas. Recordar incluso 2-3 contraseñas largas y complicadas (conteniendo hasta 15 símbolos) podría ser imposible para la mayoría de los usuarios. En este caso, es seguro y útil transferir la responsabilidad de recordar todas nuestras claves de acceso a un administrador de contraseñas.

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