Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, se calcula que 446 millones de personas, es decir más de 5% de la población mundial tienen una pérdida auditiva incapacitante y de este número 550.000 son colombianas, es decir, el 1% de la población del país
El próximo 30 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Intérprete de Lengua de Señas, fecha que busca evidenciar la solidaridad de la comunidad de traductores en todo el mundo, en un esfuerzo por promover la profesión de traductor en los diferentes países. Esta profesión que se está convirtiendo en esencial en esta era de globalización, la cual busca apoyar y proteger la diversidad cultural de todas las personas sordas. En el marco de esta fecha el programa Intérprete Profesional de la Lengua de Señas Colombiana de la Universidad El Bosque, realiza un análisis sobre el impacto que ha tenido la pandemia en la comunidad sorda y cómo está Colombia en la implementación de la lengua.
“La pandemia por la que hemos pasado en el último año hace aún más evidentes las necesidades de comunicación eficaz y transparente. La población sorda cuenta con canales comunicativos limitados y no especializados por lo que es fundamental contar con estrategias que faciliten la comunicación con otras personas, adicional a esto también se busca un acceso de calidad a información vital”, comentó
Hugo López, docente del programa Intérprete Profesional de la Lengua de Señas Colombiana de la Universidad El Bosque.
¿Cómo está Colombia en la implementación de la lengua de señas?
Diferentes organizaciones de sordos en el país trabajan en pro de la defensa y la no discriminación de la lengua de señas y por los derechos lingüísticos de las personas sordas, las cuales han sido apoyadas por el ámbito gubernamental y en 1996 fue expedida la ley que reconoció la Lengua de Señas Colombiana (LSC), la cual ha permitido disminuir la discriminación que por mucho tiempo existió sobre la lengua de señas y la prohibición de su uso.
Así mismo, estas organizaciones de sordos han difundido la enseñanza de la lengua de señas a través de talleres, cursos y otros espacios de capacitación entre todas las personas oyentes interesadas en aprender esta lengua, entre ellos diversos profesionales, profesores de estudiantes sordos, padres de familia, y otros que pudieran apropiarse de la lengua, sin embargo, esta promoción del aprendizaje no se hacía pensando en que las personas fueran intérpretes sino que fueran apoyos comunicativos en diferentes espacios.
De acuerdo con cifras manejadas por la Asociación de Intérpretes de lengua de señas colombiana-español de Bogotá y Cundinamarca, ASIBOC, a inicios de 2020 la capital colombiana contaba con alrededor 160 intérpretes y en Colombia cerca de 700.
“Con el tiempo se comprendió la necesidad de contar con profesionales Intérpretes de la lengua de señas, hasta hace unos años quiénes desarrollaban esta labor lo hacían de manera empírica, es por esto que surge la profesionalización de los intérpretes desde diferentes espacios técnicos, tecnológicos y posteriormente profesionales, en este último la Universidad El Bosque diseñó un programa virtual para formar intérpretes profesionales de la Lengua de Señas Colombiana con el apoyo del Ministerio de Educación” aseguró Geovani Melendres, docente del programa Intérprete Profesional de la Lengua de Señas Colombiana de la Universidad El Bosque.
“Muchas personas creen que los intérpretes de lengua de señas son personas que están para ayudar a la comunidad sorda, sin embargo, es importante mencionar que los intérpretes están allí como mediadores comunicativos entre la comunidad sorda, usuaria de la Lengua de Señas, una lengua viso-gestual, no auditiva, y una comunidad oyente usuaria de una lengua oral”, aclaró Melendres.
En Colombia, todavía hay mucho trabajo por hacer en la implementación de la lengua de señas y uno de los grandes desafíos en este sentido, es continuar formando profesionales, para que de esta manera los intérpretes profesionales de la lengua de señas puedan desempeñarse en diferentes espacios y campos como el jurídico, como mediadores comunicativos en televisión y en escenarios educativos de manera profesional y no únicamente en contextos de educación básica y media sino también en contextos de educación superior.
Así mismo, se requieren intérpretes de lengua de señas, de manera presencial o virtual, en el contexto de servicios de salud y en otros espacios de mediación comunitaria que busquen la accesibilidad de las personas sordas y la garantía de sus derechos, que de esta manera se obtenga una real inclusión y reconocimiento de la lengua de señas.