Las plataformas digitales que se manejan en el celular, y el incentivo al ahorro en los niños, hacen que la bancarización cada vez sea más alta en el país
La bancarización emerge como un pilar fundamental para la inclusión social en Colombia, abriendo las puertas de un mundo financiero más accesible y eficiente. Desde la comodidad de plataformas digitales en dispositivos móviles hasta la crucial tarea de fomentar el ahorro desde la infancia, el panorama financiero del país está experimentando una revolución sin precedentes.
«La bancarización no solo implica manejar productos bancarios, sino también educarse financieramente y estar conectado con el entorno económico», afirma el Dr. Sergio Rodríguez, Socio Fundador de CMS Rodríguez-Azuero. Este movimiento hacia la bancarización no solo representa un avance en términos de eficiencia y control para el gobierno y las autoridades fiscales, sino que también proporciona a los ciudadanos acceso a medios de pago más seguros y eficaces, así como a líneas de crédito diseñadas para impulsar sectores vulnerables y comunidades rurales.
Uno de los principales impulsores de esta transformación es la innovación tecnológica. Las plataformas de pago, los monederos virtuales y los sistemas de pagos automáticos respaldados por el Banco de la República, están democratizando el acceso a los servicios financieros, acercando la banca a todos los rincones del país.
El proyecto anunciado por el Banco de la República, inspirado en experiencias exitosas como el PIX en Brasil, promete revolucionar aún más el panorama financiero al permitir transferencias automáticas y pagos instantáneos para todos los ciudadanos, dotados simplemente de un elemento de identificación inequívoco, como el número de cédula o el número telefónico.
Sin embargo, más allá de la tecnología, hay un enfoque clave que merece especial atención: el fomento del ahorro desde la infancia. El Dr. Sergio Rodríguez destaca la importancia de inculcar a los niños una mentalidad ahorrativa desde una edad temprana, complementada con incentivos como la eliminación del Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) para ellos y la oferta de líneas de crédito futuras para estudios universitarios, premiando así la perseverancia en el ahorro.
La bancarización no solo es un motor de desarrollo económico, sino también un instrumento poderoso para la inclusión social y el bienestar de todos los colombianos. Con la combinación adecuada de innovación tecnológica y compromiso social, Colombia está en el camino hacia un futuro financiero más equitativo y próspero.