Santander continúa enfrentando problemáticas como robos de motocicletas y automotores; hurto a residencias, comercios y entidades financieras; entre otros.
Ya sea para disfrutar de sus pueblos, ciudades, cultura, deportes extremos, historia y paisajes, o para probar comidas típicas como las hormigas culonas o visitar el segundo cañón más grande del mundo en el Parque Nacional del Chicamocha, sin duda Santander es uno de los destinos más versátiles de toda Latinoamérica, por lo cual visitar esta región de Colombia será siempre una gran experiencia tanto para nacionales como para extranjeros.
Y es que según La Asociación Hotelera y Turística de Colombia la ocupación hotelera acumulada de enero a noviembre de 2022 en Santander fue de 55,46%, mientras que, en ese mismo periodo del 2019, en prepandemia, fue de 49,28%, para una diferencia de 6,18 puntos porcentuales. Mientras que del 1 de diciembre al 28 de diciembre el promedio de ocupación fue de 47,72%.
Estas son noticias alentadoras. La pregunta sería entonces, ¿cómo propender para que esa tendencia de reactivación económica se mantenga?
Sin duda hay un requisito básico y se llama seguridad, ya que Santander continúa enfrentando problemáticas como robos de motocicletas y automotores; hurto a residencias, comercios y entidades financieras; entre otros. Inclusive, según cifras recientes entregadas por el Gobierno Nacional, en Bucaramanga durante el 2022 se reportaron más de 12.000 delitos, lo que representó un incremento del 7,6% frente al 2021, este es el caso de los hurtos contra personas, los cuales se elevaron un 10,6%, esto sumado a los 528 casos de hurtos en establecimientos comerciales y los 282 cometidos en residencias, entre otros.
Este es un síntoma que debe atenderse a tiempo, antes de que pueda incidir en la atractividad de la región y perjudicar entonces su buena senda a nivel económico. Para esto, históricamente siempre ha sido la fuerza pública la encargada de velar por esta seguridad, no obstante, las organizaciones de seguridad privada también se han sumado como un aliado fundamental en esta tarea. Y es que la llegada de la pandemia sin duda reforzó aún más la idea de que la integración entre seguridad privada y seguridad pública es la clave para la construcción de ciudades seguras.
“Para mitigar los índices de criminalidad en una ciudad, la seguridad privada debe brindar un apoyo colaborativo a la fuerza pública en términos de comunicación, vigilancia y estrategia para enfrentar al crimen organizado. Esto se puede lograr más fácilmente con el uso de nuevas tecnologías que les permiten a los guardias ejecutar sus tareas diarias en menor tiempo y con mayor precisión, incrementando la productividad y la efectividad de sus operaciones de seguridad y resguardo”, afirma Julián Medina, experto en seguridad privada de Motorola Solutions.
Una de estas nuevas herramientas son las tecnologías de la radiocomunicación. Su implementación permite a las agencias de seguridad cubrir zonas donde no existe cobertura de celular u otros dispositivos, logrando de esta manera operar sin interrupciones. Asimismo, suprimen el ruido ambiente en entornos difíciles para
que todos los mensajes se transmitan sin problemas, incluso en las situaciones más extremas, cuando es crucial poder escuchar con claridad los hechos.
“Puntualmente, en la ciudad de Bucaramanga existe una red de apoyo de comerciantes y/o conjuntos residenciales interconectada a la Policía Nacional. Ser miembro de esta red le permite al comerciante y/o conjunto residencial tener una comunicación inmediata en caso de emergencia, sin depender de redes públicas”, añadió Medina.
A esto, se ha sumado el aporte que brinda la Inteligencia Artificial, con sistemas de video seguridad que permiten reconocer e identificar si hay algún objeto en un lugar inusual, hacer reconocimiento facial, detectar comportamientos atípicos y así alertar al guardia sobre una posible situación de emergencia que podría evitarse a tiempo.
Inclusive, existen soluciones como Radio Alert, las cuales permiten integrar la gestión de video y analítica a los radios de dos vías para mantener al personal de seguridad conectado en todo momento. Así siempre podrán recibir y reconocer alarmas desde su sistema de radios a través de mensajes de texto y/o alertas de texto a voz. Gracias a este desarrollo, el personal de seguridad es notificado en tiempo real de eventos que requieran su apoyo sin tener que monitorear la actividad en la pantalla de un computador.
De esta manera es cómo las nuevas tecnologías se están convirtiendo en herramientas valiosas de comunicación para anticipar o evitar los crímenes, ya del departamento depende si se integran y aprovechan al máximo. De este modo, Santander podrá acercarse a una seguridad real que preserve no solo la vida y la integridad física, sino el patrimonio de personas, empresas e instituciones.