El corazón late más de 100.000 veces al día, sin embargo, a pesar de su fuerza y resistencia, sigue siendo vulnerable: las enfermedades cardiovasculares se han convertido en la principal causa de muerte en el mundo.
Según la World Heart Federation, en los últimos tres años más de 20 millones de personas perdieron la vida por estas patologías, y cerca del 85% de los casos corresponden a cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular.
En Colombia, la realidad es similar. De acuerdo con el Boletín de Defunciones del DANE, entre enero y abril de 2024, el infarto se mantuvo como la primera causa de muerte (16,8%), seguido por el accidente cerebrovascular (6,3%). Un panorama que nos invita, especialmente en el marco del Día Mundial del Corazón, a reforzar los esfuerzos en prevención, diagnóstico oportuno y, sobre todo, en adherencia terapéutica.
El papel clave de la adherencia terapéutica
Los avances médicos han puesto a nuestro alcance tratamientos eficaces, capaces de reducir significativamente el riesgo de un nuevo evento cardiovascular. Sin embargo, la verdadera clave no siempre está en el descubrimiento de nuevos medicamentos, sino en el compromiso de los pacientes con los tratamientos ya disponibles.
Según la Revista Chilena de Cardiología, se estima que los pacientes que cumplen de manera rigurosa con sus tratamientos reducen en un 20% el riesgo de nuevos eventos cardiovasculares y en un 38% la mortalidad por cualquier causa. Pero la realidad es dura: solo la mitad de los pacientes con enfermedades crónicas mantiene la adherencia después de un año, y en el caso de quienes han sobrevivido a un infarto, el incumplimiento puede triplicar el riesgo de muerte.
De igual manera, la Revista Colombiana de Cardiología ha resaltado la importancia de la adherencia a largo plazo como un determinante fundamental para el éxito terapéutico. En su reciente publicación sobre prevención secundaria, concluye que “las terapias evaluadas reducen el riesgo de eventos cardiovasculares, con la adherencia a largo plazo como elemento clave” (2024).
La Organización Mundial de la Salud ha señalado que mejorar la adherencia a los tratamientos tendría un impacto mayor en la salud pública que el desarrollo de nuevos medicamentos, ya que hoy existen terapias altamente eficaces, cuyo potencial se pierde si no se administran correctamente.
“En el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares no basta con contar con medicamentos eficaces; lo decisivo es que los pacientes accedan a ellos y los tomen de manera correcta y constante. La adherencia terapéutica puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, y por eso es fundamental fortalecer la educación, el acompañamiento y el seguimiento médico en Colombia”, señaló el Dr. Juan Pablo Albanés, director médico de Axon Pharma.
Cuidar el corazón es una tarea compartida
El Día Mundial del Corazón no es solo una fecha simbólica, es un recordatorio de que todos (pacientes, médicos, instituciones y autoridades) tenemos un papel que cumplir. Se trata de sumar esfuerzos para lograr diagnósticos tempranos, tratamientos efectivos, educación constante en hábitos saludables y un acompañamiento cercano que motive a los pacientes a no abandonar su terapia. “En salud cardiovascular también reconocer y modificar la inercia terapéutica, como una variable del éxito terapéutico. A veces, no es solo el paciente quien debe avanzar, sino también el sistema médico que lo acompaña”, agregó el Dr. Albanés.