La ingeniería civil está repensando el papel de las infraestructuras en entornos vulnerables a eventos como los desastres naturales, el cambio climático o emergencias sanitarias, entre otros.
Las millonarias inversiones realizadas por los países para mantener vigentes y en crecimiento las redes de infraestructuras significan un reto para todo el ecosistema del sector de arquitectura, ingeniería y construcción: arquitectos, ingenieros y los gobiernos necesitan desarrollar una nueva visión para aprovechar al máximo los 94 trillones de dólares que se inyectarán a la construcción de estas instalaciones en los próximos veinte años. El concepto de las infraestructuras adaptables, sostenibles y resilientes ofrece puntos de vista que ya muestran los primeros resultados en España y América Latina.
¿Está preparado el sector de la arquitectura, ingeniería y construcción para esta lluvia de recursos en infraestructura?
Para el año 2050 se espera que la población mundial aumente en 2.5 billones, para alcanzar los 10 billones en total, de los cuales un 70% vivirá en ciudades. Para dotar a esta explosión urbana de servicios se requerirán 1.125.000 kilómetros de nuevas carreteras por año, así como un total de 3.200.000kms de redes eléctricas y 6.500.000kms de tuberías sanitarias. Estos números se traducen en una infinidad de proyectos de infraestructuras que deben adaptarse a las necesidades tecnológicas, presupuestarias y de tiempos.
Según Autodesk, la necesidad de construir estas nuevas estructuras implica un impacto sobre el medio ambiente que debe ser estudiado para crear infraestructuras que alteren lo menos posible al entorno natural, respeten la biodiversidad, hagan un uso eficiente de los recursos naturales y sean capaces de funcionar con energías renovables. El impacto no se medirá solamente en su proceso constructivo, y es indispensable prever las fases de mantenimiento, así como el futuro desmontaje o demolición para que se integren a una industria de la arquitectura, ingeniería y construcción circular y de desperdicio neutro.
Problemas como sobrecostes, el incumplimiento de plazos, retrabajo y el desperdicio de materiales son los principales problemas al momento de desarrollar y ejecutar los proyectos de infraestructuras. Las estimaciones reflejan que un 80% de los contratos sufren estos percances, obligando a las empresas a replantear las metodologías de trabajo y dar el salto definitivo al Modelado de información de construcción BIM como proceso que permita gestionar la información y los recursos eficientemente.
Lograr una implementación adecuada del Modelado de información de construcción BIM requiere de un proceso de planificación que integre el software progresivamente a las actividades diarias para garantizar una correcta migración. Contar con el acompañamiento de asesores especialistas facilita la adaptación al cambio por el soporte técnico constante y el entendimiento de las mejores soluciones a implementar según las necesidades específicas de las organizaciones, garantizando un aprovechamiento total de las inversiones realizadas en tiempo y dinero.