El Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral en Estados Unidos advierte que un 90 % de las personas que pasan tres o más horas seguidas frente pantallas están en un alto riesgo de desarrollar este síndrome.
Debido a la pandemia niños, jóvenes y adultos han trasladado sus actividades a la alternancia entre la presencialidad y virtualidad, en donde el uso de dispositivos como celulares, computadores, tablets, entre otros, ha aumentado de manera significativa. De acuerdo con la publicación científica Workplace Health Safe, la fatiga ocular afecta a cerca del 90% de las personas que trabajan o estudian más de tres horas seguidas al día. Se estima que los trabajadores promedio, pasan alrededor de 7 horas diarias frente al computador y el 90% que utilizan estos dispositivos electrónicos durante más de 3 horas al día, experimentan el síndrome visual informático.
Esta dolencia se manifiesta con dolor de cabeza frontal, dolor en el cuello, ojos rojos, sensación de resequedad en los ojos, visión borrosa, cansancio visual y dificultad para ver de lejos después de hacer un uso prolongado de pantallas.
Con el fin de promover el autocuidado de la salud visual, Alejandra Mendivelso Suárez, docente de Optometría de la Universidad El Bosque, entrega recomendaciones para disminuir las probabilidades de padecer esta enfermedad.
- Primero se debe descartar que no sea una deficiencia o alteración visual, para este debe consultar con su optómetra u oftalmólogo.
- Utilizar gafas con filtros a radiaciones como la luz azul, o lentes de contacto adecuados para la visión o la distancia de trabajo del computador.
- Hacer pausas 20 minutos de trabajo. Se debe hacer una pausa mínima de 20 segundos mirando hacia lo activas por cada lejos, alejándose del computador. O si no se tiene la opción de ver hacia lo lejos, simplemente cerrar los ojos e imaginarse que está viendo un paisaje o que está en una playa para que los ojos descansen.
- La iluminación ambiente es muy importante. La luz de los bombillos no se debe reflejar en la pantalla del computador.
- Las condiciones ergonómicas del sitio de trabajo. El tamaño de la pantalla del computador, la altura de la mesa, la silla en la cual se está trabajando deben ser adecuadas. Mantener ángulos de 90 grados entre los brazos y las piernas, que los pies estén descansando siempre en una superficie dura y que la pantalla del computador esté derecha frente a la cara, que no esté hacia los lados para evitar posiciones incómodas de la cabeza y que generen dolores en el cuello.
“Esta dolencia no es únicamente de adultos, los niños también se están viendo afectados, según la Asociación Americana de Pediatría, el uso de pantallas en los menores debe estar restringido dependiendo la edad, antes de los 2 años no deben estar en contacto con ninguna pantalla, ni celular, ni tablet, ni televisor. Los niños de los 2 a 5 años pueden estar en contacto con estas pantallas durante un máximo de 2 horas en todo el día y de 5 a 12 años se aconseja un máximo de 4 horas al día”, comenta Mendivelso.
Para cuidar la visión de los más pequeños Alejandra Mendivelso recomienda:
- Fraccionar en momentos de 20 minutos el uso de pantallas para que se acumule en todo el día un máximo de 2 horas.
- Es ideal que los niños puedan tener espacios de descanso, que cuando no estén tomando sus clases virtuales o realizando tareas hagan una actividad diferente a estar frente a una pantalla. Puede ser una actividad física y en lo posible que sea al aire libre o en espacio con luz natural.
- La luz natural es necesaria para el desarrollo de los niños, porque fomenta la generación de vitamina D que es importante para la absorción de calcio en los huesos. Adicional a esto, le proporciona al cerebro las indicaciones de cuando es de día y cuando es de noche.
Es importante que si las personas presentan síntomas similares no se automediquen y sigan los consejos de los expertos. “El síndrome visual informático no es una enfermedad grave en el corto plazo, pero si no se toman las medidas de cuidado y preventivas, puede ocasionar daños a la salud visual”, comenta Mendivelso.